Sin piedad
Abre la puerta, hoy hace frío.
Date la vuelta, déjame entrar.
Hay sal disuelta en la cama-nido.
Fuego encendido, juegos de azar.
Llévame hasta el horizonte,
donde el cielo se convierte en mar.
Vierteme, tu sabes dónde.
Me gusta cuando no muestras piedad.
Deja las horas, sólo entretienen.
No se demora ningún placer.
Ya no me importa quién pueda vernos.
En el averno hay un hotel.
Llévame hasta el horizonte,
donde el cielo se convierte en mar.
Vierteme, tu sabes dónde.
Me gusta cuando no muestras piedad.
Miles de caballos blancos.
Soy el cetro de Moises.
Conoces la geografía
de mi boca hasta mis pies.
Habrá mártires y santos.
Soy el cetro de Moisés.
Me abro paso entre las/tus aguas.
Tu primera, yo después.
Abre la puerta, hoy hace frío.
Date la vuelta, déjame entrar.
Hay sal disuelta en la cama-nido.
Fuego encendido, juegos de azar.
Llévame hasta el horizonte,
donde el cielo se convierte en mar.
Vierteme, tu sabes dónde.
Me gusta cuando no muestras piedad.
Miles de caballos blancos.
Soy el cetro de Moises.
Conoces la geografía
de mi boca hasta mis pies.
Habrá mártires y santos.
Soy el cetro de Moisés.
Me abro paso entre las/tus aguas.
Tu primera, yo después.
Letra y música: Oscar Carreras